Volvamos a la visión desde el punto de vista de la conciencia del bebé, en el espacio contenido del vientre materno y pasar a la repentida e insmesurable capacidad de expansión ("me podré derramar?") al ser cargados, o envueltos, o portados, su cuerpo entero entra en contacto con una referencia que le permite sentir saber dónde termina su propio cuerpo, dónde está en el espacio; estos estímulos lo reconfortan, como lo reconfortan otros estímulos ej. el olfativo (por lo que es útil una camisa usada por la madre para que acompañe a un bebé cuando mamá debe alejarse) el auditivo (una melodía de la voz de su madre o el sonido del corazón); es como si estos estímulos le dieran algo conocido a que aferrarse. como para no perderse.
Los investigadores piensan que comprender la transición que realiza el bebé referente a su ubicación espacial pudiera ayudar a los padres a comprender el llanto sin consuelo de bebés pequeños, y que disuadan el uso de técnicas que invitan a dejar que el bebé se canse de llorar o que no interpreten el llanto como una intención del bebé de 'manipular' más bien lo comprendan como una consecuencia natural del desarrollo sensorial y motor del bebé.
Diana Vegas.