
Hace unas semanas recibí una invitación a un baby shower de una chica hermosa que había tenido el placer de conocer en un círculo de mujeres ni bien contaba ella con 16 semanas de embarazo, de allí comenzamos a escribirnos con cierta frecuencia, le dejaba información de algunas publicaciones del FB de Placentera. Cuando recibí el mensaje le escribí inmediatamente preguntándole cuántas semanas tenía y si ya tenía una Doula que la acompañara Su corta respuesta era todo lo que yo quería escuchar. "Si, Tu :)". Le respondí con puros corazoncitos y un largo awwww. Como para confirmar me pregunta de nuevo; "Quieres ser mi Doula?"... Si Quiero!
Me preocupo brevemente que en esos días voy a estar de viaje, que el margen es corto para regresar a casa y poder estar presente en el nacimiento. Tan pronto regreso le escribo que estoy a su disposición Ella me dice que a los dos días tendrá cita con Beltrán Lares, nuestro Obstetra, yo le digo que los acompaño y así hacemos cita para vernos allá El día acordado, me levanto con el despertador, muy tranquila me da tiempo de bañarme y vestirme cuando suena el teléfono "Hay un ligero cambio de planes" me dice Meche, "rompí fuente a la 1 de la madrugada, estoy en trabajo de parto". Un par de comentarios más, le pregunto si está emocionada y me dice, "bueno, es fuerte" jajaja ayy bella si que lo es. Al colgar caigo en cuenta que ya salí de casa, demasiado emocionada como para haber desayunado.
Llego al centro de atención al parto Meche me dice que el bebé no está en una presentación óptima, sino mas bien ladeado, yo le pido que se ponga en cuatro sobre la cama, y que haga mecer su barriga como si fuera una hamaca en la que duerme el niño y repito (como en mi primer acompañamiento) lo que presiento se convertirá en costumbre: apagar las luces; en este caso son apenas son las 8 am afuera hay mucha luz, no hay la menor necesidad de esas terribles luces incandescentes. Ademas, la quiero a ella conectada consigo misma y 'luces fuertes' no es precisamente el camino para lograrlo.
Ella se mueve, camina, se apoya en su pareja. Dice que el trabajo en casa fue fuerte, que ella no se esperaba que se sintiera así que en realidad no sabia y que le sorprende que se sienta tanto y con tanta intensidad. Las siguientes horas pasan rápido el doctor la había examinado al llegar y estaba de 7 cm, luego de verla de nuevo dice que ya el bebé está en posición (gracias pose de gato!) según su estimado, al mediodía estaría lista para parir.
Un aspecto importante de este nacimiento fue administrar a las familias políticas, intentando buscar un balance entre la necesidad de intimidad de la pareja y el deseo de los padres de estar presentes y apoyar a sus hijos. En momentos se torna un reto, pero no vacilo en solicitar voces bajas, nada de celulares... se que estímulos externos activan el cerebro racional, mientras que los procesos de parto los regula el cerebro reptil, por ello el ambiente es tan importante para que una mujer en trabajo de parto se sienta segura de entregarse a su lado más primal. Pienso que si alguien se molesta con la Doula pues, no pasa nada, pero es un momento así molestarse con los hijos o peor con la nuera o el yerno puede cortar el buen ánimo, por eso con gusto asumo el rol! Yo misma en varios momentos salgo del cuarto para que estén juntos y solos en esta, que es su creación; bésense y abrásense, los bebés vienen mas rápido y más fácil en ambientes íntimos y tranquilos, no muy diferentes de ambientes aptos para concebir. Recordando también la maravillosa ley del esfínter de Ina May Gaskin, le recuerdo a la mamá mantener la mandíbula relajada y que toda fuerza que quiera salírsele por la boca, que la dirija hacia abajo.
La Tercera y creo la más importante herramienta que me fue útil para asistir a aliviar las sensaciones vuelve a ser la contrapresión en la parte baja de la espalda. Hasta ahora los dos partos que he acompañado la contrapresión ha jugado un papel fundamental en el manejo del dolor, y postparto en el primer caso y en este, mi segundo acompañamiento, la mujer me ratifica que la contrapresión le resultó indispensable.
Yan han pasado muchas horas, el mediodía fue y vino y aunque hubo un par de momentos en los que creímos que ya estaba cerca (presión, sensación de querer evacuar, vómito), llamamos a Beltrán, quien sugiere que llenemos la bañera, así lo hago y nos mudamos a la sala acondicionada para parto en agua. Cuando Beltrán la chequea estamos 8-9, aun falta. Quizás ns mudamos muy pronto, pero ya estamos allí y ahí continuamos en labor de parto. Estamos cansados, hace rato que pensé "es transición, parece que no puede más, es la transición, falta poco" pero no, continuamos.
Ella de vez en cuando gime, le dice a su bebé que lo está esperando. La familia comienza a inquietarse, me preguntan si todo va bien, que si ya lleva tantas o cuantas horas, les aseguro que todo es normal, les recomiendo que se quiten el reloj de la muñeca; los partos tienen tiempos propios, ella está bien, él bebé está bien. Apoyo a Meche, le digo que está pasando, está ocurriendo, su cuerpo está haciendo el trabajo que debe hacerse, y que ella lo está sintiendo, intensamente. Le recuerdo que la sensación no es ni puede ser más fuerte que ella porque es ella misma y lo que siente es el trabajo que su cuerpo está haciendo. Ya para estos momentos tanto la madre mamá como la madre de papá están dentro del cuarto, y es perfecto, ya a todos se nos contagio el halo sacro, casi ni se habla, pero cada quien está haciendo algo, entre dos sostenemos a Meche, alguien refresca el cuarto batiendo la puerta (el aire frio apagado, el ambiente cálido y húmedo). Busco cuidar a Meche con todo el cariño del mundo, he estado en su lugar y he sentido lo que ella puede estar sintiendo, un paño húmedo el la frente, en el cuello y en la espalda, caricias en los brazos, presión en las caderas y glúteos. En un momento cierro los ojos y todo más bien suena sensual, las respiraciones acompasadas, el ambiente denso, el vapor de agua en el aire, dura un instante, tengo claro que lo que esta ocurriendo es heavy. Meche dice que ya, que quiere que ya... no más.
Llamo de nuevo a Beltrán, son casi las 4 de la tarde, ella esta en esto desde la 1am, nosotros desde las 8am. Hay dolor pero ella misma me hace saber que no hay sufrimiento, aunque si cansancio. "Beltrán" -Le digo "está guapeando, pero ya quiere ayuda", subimos y oigo como le dice al enfermero que quizás haya que poner unas gotas de Pitocin, que la revisa primero y deciden. Beltrán le dice a Meche quien accede al chequeo "Que pitocin ni que nada" -dice Beltrán "Tu bebé está ahí". La atmósfera y el aire mismo del cuarto cambian, quedamos en el cuarto Beltrán, un enfermero, yo doula, papá, mamá. Ella tiene repentinamente algo nuevo qué hacer, su foco cambia, parece que la contracción ya no doliera sino y más bien le sirve para bajar un poco más a su bebé. En Plena contracción le digo que se toque y ya siente ahí mismo la cabecita de su bebé, Ella da un pequeño grito de sorpresa y emoción y Beltrán le acerca un espejo en la que puede ver la efectividad del pujo. El bebé, como las tortuguitas, se asoma en la contracción y luego parece que retrocede. "Sosténlo ahí no dejes que suba" Le digo; "Vamos, en 2 pujos tenemos fuera a este bebé" dice Beltrán y así pasa. Bienvenido Lucian a las 4:20 pm del 26 de Diciembre de 2012. Las cara de sorpresa son instantáneas, las sonrisas siguen, y las risas y los llantos, nos quedamos en la bañera respirando y cantando, nos mareamos, es todo muy intenso, la familia entra, todos se abrazan. Cada quien tiene su momento. Yo me robo algunas fotos y capturo algún video, luego salen todos, vuelve el silencio y nos quedamos solos, arropando al bebé, quien aunque con buenos reflejos le ha bajado un poco la temperatura. La placenta sigue conectada suministrando oxigeno. Cuando ya ha colapsado el cordón papá corta y poco después mamá alumbra la placenta intacta. Doble bolsa y a la nevera :) La placenta, causalmente queda guardada en la bolsa en la que venía la primera ropa del bebé, siendo la placenta, de hecho... la primera ropa del bebé :)