Placentera
  • Placentera
    • Servicios
    • Por qué encapsular la Placenta
    • Métodos
    • Testimonios
  • Preparación al Parto
    • Postparto y Lactancia
    • Alternativo, Mito y Magia
    • Desde los ojos de la Doula
    • Historias de Nacimiento
    • Imágenes y Vídeos
  • La Ruta Placentera
    • Estudios / Investigación
    • La Increíble Placenta
    • Naturaleza Cíclica
    • Sanar y Honrar
  • Nuestros Memes
    • Rutinas Obstétricas
    • Rutinas Pediátricas
    • Preparación al Parto
    • Universidad de la Vida
  • Mi Ruta
  • Directorio
    • Encapsula tu Placenta
    • Encuentra una Doula
Síguenos en:

Recibiendo a un Rayito de Sol. El Nacimiento de Ángel. PVDC.

21/8/2013

0 Comentarios

 
Imagen
Escrito por Diana Calderón
Publicación Original

Nuestro tercer embarazo llegó un poco de sorpresita, aunque ya estaba planeado; íbamos a empezar la búsqueda el siguiente mes y cuando me di cuenta, ya tenía un hermoso POSITIVO en mis manos!! Fue un embarazo muy difícil al principio, muchos ascos, muchos vómitos, muchas náusea, baja de presión tremendas! Y atender 2 nenes más.. pero mi marido fue mi gran apoyo al igual que mi hijo mayor. Pero en cuanto se fue eso, todo empezó a ir excelente!! Me sentía de maravilla!! con una energía impresionante! 

Comenzamos la búsqueda para tener un bello parto. Bueno, primero conocimos a un doctor pro PVDC (Parto vaginal después de cesárea), Nos enseñó el segmento inferior donde me hicieron la cesárea anterior, nos explicó que estaba muy engrosado y que eso me hacía perfecta candidata a un parto vaginal sin problemas, por lo mismo de que está engrosado y no adelgazado pudiendo causar complicaciones a la hora del parto. Que son muy raras las complicaciones pero se llegan a dar. Eso me dejó mas tranquila, pues aunque yo ya sabía que podía tener un PVDC con esto no habían Peros que valieran. Bueno, hicimos cuentas y no podríamos pagar el parto con estedoctor, así que a buscarle de nuevo. Encontramos una clínica de partos en agua, apartamos y al ir a conocer la clínica y a la partera, no nos gustó para nada, ni el trato; ni el lugar. Decidimos que ahí no. A mis 24 semanas de embarazo, una conocida (se llama Paola) estaba embarazada y conoció a una partera, ya le faltaba poco para tener a su bebita..Yo solo esperaba que nos platicara cómo era esa partera, qué le había dicho, me moría porsaber el momento en el que entrara en trabajo de parto, estaba yo muy emocionada. Quería ver cómo le iba a ella con esa partera para ver si yo me animaba a verla también, pero aun no estaba segura. 

Así que comenzó el trabajo de parto de Paola, yo estaba solo esperando a ver qué escribía. Ella iba relatando qué iba haciendo durante el trabajo de parto, eso me despertó un sentimiento que tenía ya olvidado, bloqueado. Recordé porqué había querido que mi segundo bebé naciera en casa, quería estar en mi ambiente, mi lugar: mi casa, donde fue concebido mi bebé, donde iba a llegar en un ambiente cálido y no frío de un hospital. muchas razones...Y decidí solo ver si a Paola la trataba bien su partera, a ella, a su marido y a su hija mayor. Si respetaba su proceso de parto, su parto y varias cosas más, pues eso es muy importante para mí, pues como dije: con mi embarazo anterior no hubo respeto en mi proceso de parto. Y sucedió: nació la bebita de Paola y supe que todo había salido hermoso!! y yo corrí a hacer cita con la partera. Quería ver el relato de Paola antes, pero no me aguanté, e hice la cita, y no me equivoqué ya que al leer después el relato, fue maravilloso!!! y me dió mucha confianza. Al llegar a la cita nos recibió una señora abrazándonos, preguntando cómo estábamos, chuleando a mis hijos. Supe que era Mirna: la partera, qué bello recibimiento nos dio: cálida, llena de ángel y buena vibra.Y así transcurrió mi embarazo, tranquilo y hermoso, mi bebé en la pancita era un bebito muy tranquilo, nunca me despertó una sola noche con sus movimientos. Íbamos a Cuernavaca que es donde Mirna da consulta y era increíble! Nos encantaba ir. Llegaron las 37 semanas un Domingo 20 de junio del 2010 y yo sabía que no iba a pasar de esa semana aunque la fecha probable de parto era el 11 de Julio.
Ese Domingo 20 de Junio de 2010, estábamos celebrando el día del padre en casa de mis suegros cuando comencécon contracciones cada diez minutos durante dos horas, sin embargo, algo en mí me decía que no era hora todavía. Así que me relajé y tranquilicé. El lunes 21 de junio también tuve contracciones pero sin ritmo, irregulares. El martes 22 de Junio a las 6:30am me despertó una contracción muy fuerte, pero me volví a dormir... a las 7:00am otra igual. Me levanté a hacer desayunos, preparar a mi hijo para la escuela, y todas mis actividades. Pude distinguir que ya eran las contracciones reales, mi corazón me lo decía, y aparte con cada contracción tenía una necesidad inmensa de apretar o morder algo… Yo sabía que esa madrugada nacería mi bebecito. ¿Por qué en la madrugada? Porque así lo había decretado desde un principio: que mi bebé naciera en la madrugada para que todo fuera más tranquilo, sin ruidos, mi hijo menor dormidito, más relajado todo... en fin. Sabía que mi trabajo de parto iba a ser largo porque así lo visualicé, largo y hermoso, tal como con mis primeros dos primeros hijos. ¡Así que me mentalicé y me dispuse a disfrutarlo como nunca! Mi marido se fue a trabajar (afortunadamente trabaja muy cerca de casa). Me dijo que si seguían siendo regulares las contracciones le llamara para que regresara a casa. A las 8:00am vino otra contracción. Decidí llamarle a Mirna y a mi esposo. Pronto él se regresó para ayudarme a preparar todo; teníamos que alistarnos porque ese día era mi ultrasonido y sí era muy importante saber cómo estaba mi cicatriz de la cesárea anterior, el cordón de mi bebé, el líquido, etc. No nos fuimos sin antes hacer una pequeña pintura de las manitas de mis hijos y de mi marido sobre mi pancita.

Las contracciones eran ya cada 20 minutos, unas muy intensas, otras no tanto. En pleno trabajo de parto me hicieron el ultrasonido... TODO salió perfecto: mi cicatriz lucía engrosada y sin problemas, el líquido bien, el cordón perfecto, el bebé sin vueltas de cordón. Salimos del ultrasonido y prácticamente nos encontramos en el camino con Mirna. Llegamos juntos a la casa,ella había venido con su asistente Miriam. Mirna me revisó la cintura para ver de cuánto aproximadamente estaba dilatada; me explicó que cuando no hay dilatación, hay un hueco en una parte específica, y mientras se va dilatando desaparece ese huequito. Me dijo que tenía aproximadamente entre cuatro y cinco de dilatación. Yo estaba muy tranquila y relajada. Ya era hora de comer, ¡y a mí se me antojó una quesadilla de chicharrón prensado! Antojo muy raro que mi amor se encargó de conseguir. Mi suegra llegó con pollos rostizados. Nos sentamos todos a comer, yo feliz con mi quesadilla que solo era comer poquita por el antojo.. pero me la terminé!!! y me supo deliciosa!!, comí pollo rostizado, mucha agua...La comida fue algo así como un picnic, y por momentos me olvidaba que estaba en trabajo de parto. Para estos momentos las contracciones habían parado. Me senté un ratito en la pelota para hacer círculos sobre ella; me encontraba de lo más a gusto, platicando, cuando comenzaron de nuevo las contracciones. Entonces, salimos a caminar un rato por mi fraccionamiento, mis hijos jugaron un rato; cuando nos metimos a la casa las contracciones se habían vuelto un poco más regulares y fuertes. Comenzamos a ver unos videos de parto, uno de ellos hermosísimo, el parto de Naoli Vinaver. Yo estaba sentada en la pelota, feliz.Y así transcurrió la tarde. Cuando mis contracciones se pararon durante un buen rato, me empecé a preocupar; regresó la sombra de mi segundo parto, que no dilataba. Mirna solo con verme sabía lo que yo estaba pensando; tomó mi mano y me dijo: ya casi esta aquí tu niña (ella creía que era niña) yo le manifesté mi preocupación, de porqué mis contracciones se paraban?, porqué unas eran menos fuertes que otras? no se supone que deben ir en aumento? ella sonrió y me dijo: relájate que todo va perfecto!! y al verla tan relajada, decidí dejarme llevar, bendita Mirna!!

Llegó un momento donde mi bella familia y amigas me hablaban por teléfono preguntando cómo iba? , cuántos centímetros de dilatación tenía? ,Cuándo iba a nacer? Ya? Ya nació?, ya se tardó, no?...Así que decidí apagar mi celular y mi teléfono de casa para no distraerme. Sé que lo hacían con buena intención, son un amor!! Pero me estaban estresando mucho…Era un parto natural, la naturaleza siguiendo su curso. Yo no quise separarme ni un momento de mi marido, a donde él iba, yo iba, pues con cada contracción quería abrazarlo. Si yo estaba en la planta alta y él en la planta baja, solo le gritaba para que subiera corriendo porque me estaba dando otra contracción. Lo único que quería era abrazarlo y apretarlo muy fuerte.Recuerdo haberlo visto preparar la alberquita, y me relajé mas al saber que ya se estaba llenando. Ya era noche, estábamos todos en la mesa y llegó mi mamá. Yo no quise cenar nada, no tenía hambre, comenzaba a sentirme un poco cansada.Me subí a acostar mientras mi marido acostaba a mi hijo menor. ¡Dormí como 10minutos! Y no quise saber nada de la cama pues las contracciones eran insoportables estando acostada. Mejor me levanté a leerle un cuento a mi chiquito, pero ya se había dormido ...esa noche mi nene dejaría
de ser el hermano menor para convertirse ahora en hermanito mayor del bebé que estaba a punto de nacer. Antes de dormir mi hijo , cuando yo estaba tratando de conciliar el sueño; me dio su bendición, y se quedó dormido con papi. Mirna subió a mi recámara y me hizo un tacto, no me dijo cuánto tenía, pero me dijo que eso no importaba pues mi cuello del útero estaba para atrás (cuello en retroversión) y eso hacía que la dilatación no fuera tan efectiva, así que me lo acomodó. Esto fue molesto, pero muy necesario. Para entonces yo no tenía ni salida de líquido, ni de tapón, cosa que me sorprendió, pues con mis hijos fue lo primero que expulsé: el tapón. No cabe duda que cada embarazo y parto son muy diferentes, uno del otro. Estuvimos en la sala un rato, platicando, yo en la pelota todo el tiempo,me paraba a caminar, las contracciones eran muy muy intensas ya; y regulares.Mirna me hacía unos masajes qué ayudaban mucho con el dolor y mi amor igual me los hacía mientras yo estaba prendida a su cuello. Mi hijo mayor estaba ahí todavía, no quería irse a dormir hasta que naciera su hermanito. Yo ledije que tenía que ir a dormir, que ya era tarde. Mi niño me dijo que por favor lo despertara cuando ya fuera a nacer, le dije que sí; me abrazó, me dió su bendición y se fue a acostar.Eran las 12am cuando decidí meterme al agua.¡Qué delicioso se siente! Una relajación padrísima, me estaba durmiendo. Pronto mi marido se metió conmigo,para así yo tener mayor apoyo en la espalda.¡Por supuesto, yo estaba muy feliz!Lo tenía atrás de mí abrazándome, sosteniéndome, y con cada contracción lo apretaba del cuello. Fue un apoyo impresionante tener a mi amor ahí junto a mí, acariciándome, hablándome y sosteniéndome siempre. Agua calientita, deliciosa. 

Mirna me hizo tacto y de nuevo el cuello hacia atrás; a acomodarlo otra vez. Esta vez no me molestó, más bien sentí un masaje muy rico en el cuello del útero.Nos dejaron solos a mi amor y a mí , y el ambiente era precioso, se respiraba amor, nos besábamos, nos acariciábamos. Dí un gemido muy fuerte por una contracción, qué intenso!! . Mirna regresó, nos decía palabras bonitas, toda tranquila ella. Pusieron música en mi recámara, música de piano preciosa!! Mirna me enseñó a respirar para ayudar a mi bebecito a bajar, en pocos segundos aprendí a hacerlo y funciona muy bien y se siente padrísimo ver cómo va bajando el baby. Recuerdo vagamente que escuchaba a mi marido respirar conmigo, a mi ritmo. Ya las contracciones eran muy seguidas y muy dolorosas. Después de un ratito comenzó a salir el tapón poco a poco. Tenía yo 9 de dilatación. ¡Faltaba muy poco! Yo ya no podía, gruñía, jadeaba... pero me concentraba en mi hijo todo el tiempo y en las manos de mi marido. Llegó el momento en que me sentí muy agotada, pues las contracciones venían una tras otra: mi bebé ya estaba coronando. Yo en ese momento rezaba mentalmente, visualizaba a mi bebé saliendo perfecto… ¡Qué intenso ardor! Por un momento olvidé todo lo aprendido y leído; me ganó el temor, pensaba “¿Qué es este ardor? ¡Me estoy desgarrando!” Cuando recordé que era el famoso aro de fuego. Yo quería pujar pero no lo hacía, pues era cuando más me podía desgarrar...Pensaba: “¡En qué me metí¡” Y dice mi marido que grité eso: “¡En qué me metí!” Pensaba que ya no iba a poder más, y me vino a la mente: porqué mejor no me hice una cesárea y ya?????Recuerdo escuchar a mi marido y a Mirna lejos. Y de pronto regresé, y me dije: “¡Pero qué babosadas estoy pensando!” Ya estoy aquí, y mi bebé está aquí tratando de sacar su cabecita.¡Cómo no voy a poder si él lo está intentando! ¡Está luchando por nacer! Eso me dió más fuerzas.-Momentos antes pregunté
por mi hijo mayor -pues él no se quería perder el nacimiento de su hermanito y de pronto ya estaba ahí; se despertó antes, se sentó a mi lado. Todo tranquilo, me veía y me sonreía, me tomó de la mano por un instante, pero llegó la contracción y lo solté para tomar la mano de mi esposo, pues en ese momento pensé que podía lastimar la manita de mi hijo al apretarla. ¡Gemí, grité, pujé lo más fuerte que pude y al fin salió su cabecita! Le costó un poquito de trabajo pues tenía su manita en la frente. Y después vino otra contracción, otro empujoncito, y salió mi amorcito hermoso. 

¡Es Indescriptible esta emoción! ¡Todo dolor se olvida en ese instante, euforia total! ¿Reír? ¿Llorar? Todo junto, ¡sí! Es magia. Sentirlo calientito, ese bello pedacito que tanto cuidé durante 37 semanas, esa cosita hermosa que decidió hacernos llegar un POSITIVO antes de lo planeado, esa cosita bella que se alocaba en mi vientre al escuchar a sus hermanos y a su papi jugando... había llegado...¡Por fin! Y entonces, pude escuchar su llanto unos segundos, ya que al abrazarlo dejó de llorar. ¡Qué sonido tan dulce, por fin podía tocarlo! ¡Sus manitas hermosas y pequeñas! Y cuando supe que era niño me sentí muy feliz, pues yo ya lo presentía. Después de unos minutos el cordón dejó de latir y mi hijo mayor lo cortó...a la primera le costó trabajo, pero a la segunda ya lo pudo hacer bien. Taparon a mi bebito y se lo llevaron a vestir porque el agua ya se estaba enfriando, y ahí fue mi hijo mayor tras él, siempre pendiente. Ahora me tocaba expulsar la placenta.El útero ya se estaba contrayendo y la placenta aun no salía. Mirna empezó a verse preocupada, pues en verdad mi útero se contraía muy rápido y yo ni señas de expulsar la placenta. Me pidió que hiciera reflejo de vómito y eso hice, y gracias a Dios comencé con contracciones y me dieron gotitas de hierbas que prepara mi partera para evitar hemorragia, que por cierto me estuvieron dando horas antes. Así, después de un rato la placenta salió, completita y enorme. De inmediato me cargaron mi suegra y Mirna a la cama para estar horizontal y evitar hemorragias. Mi bebé ya estaba tapadito, mi marido estaba indispuesto, se sintió mal y le bajó mucho la presión, pero se compuso rápido. Comenzamos la lactancia... yo aun estaba mojada y tenía frío, pero se pasó rápido. Mi bebecito se prendió al pecho perfectamente, el instinto de los bebés es increíble que saben qué hacer. Mi bebé me veía y me veía. Sus ojitos bien abiertos y hermosos, totalmente alerta. Ya eran las 4 y fracción de la mañana y a esa hora me hicieron chocolate caliente para recuperar energías y un pan relleno de queso philadelphia que qué delicioso me supo! mi suegra se puso a preparar tortas de pollo rostizado, de las cuales mi hijo mayor se comió una tenía hambre mi niño. A eso de las 5am, uno a uno nos fuimos durmiendo. Recuerdo que abrí mis persianas para que entrara la luz de los faroles de mi fraccionamiento y así poder ver a mi bebecito. Lo tenía ahí acostadito junto a mí, y no paraba de admirarlo... Todos dormían ya, menos yo. No podía dejar de ver a mi chiquito, ¡no podía con tanta emoción! ¡No podía creer que lo habíamos logrado! Me sentía en un sueño: estaba en MI CASA, con MI MARIDO acostado ahí junto a mí, con MI HIJO MAYOR , quien había visto nacer a su hermanito, con MI HIJO MENOR durmiendo en la habitación de al lado, YO en MI CAMA, en MI AMBIENTE.No paraba de darle gracias a Dios porque todo había salido perfecto.Mi bebé se llama Ángel, pesó 3.200 kg y midió 51 cm, llegó a las 3:32am del día 23 de junio del 2010, a las 37 semanas. Y como detalle, nació con lo que llaman: "camisa o cofia de la suerte". Aquí una breve explicación de lo que significa: " Entre los seres humanos es raro que la criatura nazca envuelta en su bolsa amniótica, y cuando esto sucede, en varias partes se considera como un auspicio muy feliz y en varios lugares es como un don nacer con la "camisa o cofia de la suerte" y es para varias culturas "protegido por los Dioses", este nuevo ser será un gran curandero y protector de la naturaleza". (extraído de un folleto escrito por MirnaEdith Amaya Valladares) Cuando nació Ángel tenía esa pequeña telita.. era blanca blanca y mi bebecito estaba todo cubierto con grasita blanca, nada de sangre tenía mi niño. Es una membrana especial donde se envuelve el bebe dentro de la bolsa amniótica".

Sea lo que sea es un nene muy amado que tendrá los mismos valores que tienen sus hermanos para ser hombres de bien. Los primeros días fueron difíciles pues se la pasó pegado a mi pecho todo el tiempo, tomando puro calostro, ya al segundo día por la madrugada comenzó a bajar la leche; que por cierto se me había olvidado de que dolía un poco. Mi hijo menor se destetó definitivamente 2 semanas antes del nacimiento de su hermanito, a sus 3 años 2 meses, ya no quiso mas y punto. A los 2 días de nacer su hermanito me pidió pecho, le dí y apenas probó la leche y dijo: ya no mamá, ya soy niño grande, gracias mamá, y se fue.Así de simple y natural, él decidió cuándo dejar el pecho, cómo dejarlo y punto.Estoy muy feliz y agradecida por haber logrado una bella lactancia con mi chiquito, fue hermosaaa!Ahora toca con este nuevo bebito y todo va perfecto!! Igual espero sea muy prolongada!.

Respecto a mí, no me desgarré nada gracias a Dios y a que Mirna me cuidó el periné muy bien mientras la cabecita de mi bebé salía.Sí molesta un poco después toda el área, pues hay inflamación obviamente, pero se pasa rápido con pomadita desinflamatoria. Lo único malo fue que me salieron 2 pequeñas hemorroides que los primeros días molestaron mucho, pero con una pomadita de árnica con hammamelis poniéndomela cada rato, se quitaron muy rápido gracias a Dios. Ni hablar, gajes de parir naturalmente. Y bueno, pasé alrededor de 21 horas de trabajo de parto, un parto que al fin pudo ser NATURAL, sin intervenciones difíciles, sin suero, sin oxitocina sintética,sin episiotomía, sin epidural, sin ruptura artificial de bolsa y sobre todo SIN PRESIONES. Todo vino a su tiempo preciso y perfecto. Mi cuerpo y mi bebé se tomaron su tiempo y punto, como debe ser, dejando que la naturaleza que es tan sabia y hermosa actuara.Fue un trabajo de parto hermoso. Lleno de paz, buena vibra, tranquilo, amoroso.Mi bebito eligió su día de nacimiento, su hora,nos sincronizamos en muchas cosas. Estoy feliz porque tuve un trabajo de parto divino, al final sí, un poco doloroso, una media hora muy dolorosa; pero hermoso y lo disfruté mucho!! El parto fue precioso, emotivo, lleno de amor.Parí con placer, lo disfruté mucho!Por la mañana desperté creyendo que todo había sido un sueño. No, no lo soñé! Mi bebito estaba ahí a mi lado, durmiendo entre papá y mamá, plácido, hermoso! Mi hijo de en medio se despertó como siempre dando un brinco a mi cama, cuando le enseñé una sorpresita: su bebé (así le decía él) ya estaba aquí! Su cara se iluminó, sonrió y el beso no se hizo esperar.

Hoy puedo decir que me siento muy orgullosa de mí misma. ¡Lo logré! Y de la mano de mi equipo. Me llena haber sentido, haber vivido cada sensación al máximo, cada contracción, cada dolor, cada gemido, cada quejido, cada gruñido, cada caricia.Soy una mujer muy agradecida.

Agradezco a mi mami y a mi suegra por toda su ayuda.
A Mirna que siempre estuvo apoyando, siempre cariñosa,  siempre al pendiente. Una bella señora que nos ayudó a lograr nuestro sueño, y que nos dio un parto respetado, al igual que Miriam tan cariñosa y atenta.
Y agradezco infinitamente a mi esposo, mi mayor apoyo, hombre hermoso.
Agradezco a mis hijos por estar ahí y ser tan hermosos y cariñosos con su hermanito.
Mis 3 grandes maestros, mis niños, mis bendiciones.
Gracias a Dios porque mi bebito llegó sano y yo estoy bien. Todo salió de maravilla.
Agradezco a toda la gente que estuvo al pendiente de nosotros.

Bienvenido Ángel, hermoso rayito de sol,
TE AMAMOS!

Hoy, Ángel es un nene muy inquieto, con un carácter bastante fuerte y muy muy cariñoso
y risueño. Bastante inteligente, nos trae locos este bebé precioso!

0 Comentarios

La Primera Doula: el mito de Galati y por qué el símbolo de la Doula es una comadreja.

10/7/2013

0 Comentarios

 
Imagen
Original en italiano de www.mondo-doula.it
Traducido por: Isabella Polito de Auroramadre y REVEHUNA
publicado aquí

En el mito, se la representa (a Galati, la primera doula) atareada alrededor del parto de Alcmena, que está a punto de parir a Hércules. Mientras la comadrona espera, inmóvil, Galati, la doula entra y sale de la habitación, preparando los famosos paños calientes y el agua hervida indispensables en cada representación de un nacimiento.

Pero, por encima de esto, Galati está inquieta, ella advierte que hay algo que no está andando como de costumbre, el parto se está demorando ya hace varios días. Alcmena está teniendo contracciones muy dolorosas pero el nacimiento no ocurre, las mujeres que la asisten están consternadas y temen lo peor.

En esa época, antes del advenimiento de la cesárea, esto era anuncio certero de una muerte, de la madre o del bebé, frecuentemente de ambos. Alcmena es víctima de la ira de Hera, la esposa legítima de Zeus. 
El mayor dios del Olimpo, padre de todos los dioses y diosas, la traicionó una vez más con una mortal, Alcmena, a la que fecundó.

Pero esta vez Hera no cierra un ojo como muy frecuentemente se ve obligada a hacer. Motivaciones políticas y dinásticas se lo impiden, está en juego nada y más y nada menos que el reino de Tebas y será otro hijo ilegítimo el que reinará (Hércules que está a punto de nacer),y no un hijo de ella. 

Así Hera está retardando el parto, Hércules tiene que nacer de segundo, no importa que se muera o que pueda morir su madre, así está decidido.

Pero Galati no piensa de igual manera.Ella quiere salvar a su ama y que el parto ocurra sin dificultad. En una de esas que entra y sale del cuarto se da cuenta de cual es la razón de tanta dificultad. Se da cuenta que Lucina, la Diosa del Parto, personalmente se está encargando de sabotear el acontecimiento manteniendo sus piernas totalmente cruzadas. Ella se esconde tras una viga del techo de la habitación en esta posición y así está logrando impedir la salida del bebé.

Entonces Galati elabora una estrategia para contrarrestar lo que está haciendo Lucina, y con una intuición genial resuelve el problema. Permitiendo que ocurra el parto con medios esclusivamente verbales y yo diría psíquicos, en cuanto la suya es una intervención de terapia estratégica que pone en acción para resolver el caso.
Entra entonces en la habitación y mirando a Alcmena ella exclama:¡Finalmente usted ha parido, mi querida señora! ¡Que bello su bebé!

En ese momento Lucina, tomada por sorpresa, es obligada a abrir las piernas para incorporarse y ver lo que está sucediendo en contra de su voluntad. Y de esa manera tiene que descruzar sus piernas y así libera del impedimento de parir a Alcmena quien inmediatamente pare y nace así Hércules, el más fuerte de todos los héroes.

Cuenta la mitología, que Galati como castigo, es transformada por Hera en una comadreja. Conviertiéndose así la comadreja en símbolo de la DOULA.

----

Encuentro este mito de Galati muy significativo para realizar un análisis psicológico del parto, pone en escena con gran astucia y agudeza, lo que frecuentemente son los temas psíquicos principales que ocurren en el transcurso de un parto: el sentido de culpa, el dolor frecuentemente percibido como un ataque exterior, el miedo a la separación, la lucha prolongada hasta el agotamiento entre el miedo y la necesidad, entre razón y sentimiento, entre la voluntad de retener y el deseo de dejar ir, de soltarse a esa parte que internamente sabe lo que está ocurriendo y porque, pero que traspasa los límites de lo racional.

Bibliografia:
◦ MONAGHAN, Patricia “Las mujeres en los mitos y las leyendas”, diccionario de diosas y heroinas, Red Ediciones.
◦ DUBY e PIERROT, “Historia de las mujeres en la antigüedad”, Laterza Ediciones
◦ Maurizio Bettini, "Nacer", Editorial Einaudi

Investigación de Emanuela Geraci, consejera y doula ,licenciada en Historia. Contacto:egeraci@libero.it

0 Comentarios

Una historia simple y clara; La Historia de Babi. 

9/5/2013

0 Comentarios

 
Picture
"Esta es una historia simple, clara, de perseguir ideales y elegir desde lo sano... 

Comencé a maternar con la perdida de mi primer embarazo, comprendí, en ese estado de elevación que se alcanza cuando la muerte nos atraviesa, que mi útero es un espacio sagrado, que en él se anida el futuro y que toda mujer merece ser acompañada. 

Comencé allí un hermoso camino, como toda experiencia triste fue también esta una oportunidad de crecimiento, de aprendizaje. Sentí en mi paso por el hospital donde me atendieron que ese no es lugar para darle bienvenida a la vida, la enfermedad y la agonía no vibran un buen futuro. 

Emprendí el camino, de repente se me lleno la vida de encuentros, congresos, y parteras locas,  con ellas comencé mi capacitación para doula, fue para mí un viaje hacia mi interior, donde pude reconocerme como mujer, mi útero latiendo al son de un arrullo sagrado, y caminando ese sendero Narú habitó mi cuerpo, la sentí, lloré durante los días de la concepción y la soñé envuelta en sábanas antes de confirmar el embarazo, no vi su rostro en los sueños pero si sentí su aroma y el calorcito de su piel que hoy me acompañan. Con mi compañero siempre estuvimos seguros de querer parir en casa, respetar el parto como un espacio sagrado como forma de intervención directa a la hora de accionar para cambiar el mundo, y así fue... 

Como en la ciudad en la que vivimos no contábamos con el acompañamiento que consideramos necesario  decidimos viajar a un pueblo vecino donde tres mujeres sabias compartirían con nosotros el ritual de paso.  No vale la pena aquí hablar de fechas y horarios, Narú nació cuando estuvo lista más allá de mis planes racionales que de nada sirvieron.  Sentí la fuerza de las contracciones como huracanes, me dejé llevar por los mantras que  tan lindo cantaban cerquita mío, todo olía a salvia y sangre, todo sabia a sudor y canela, el agua y el fuego estuvieron presentes, no hubo palabras ni tiempos, nadie intervino sobre mi cuerpo durante todo el trabajo de parto, nada de oxitocina más que la mía, nunca supe cuánto había dilatado, nunca cada cuanto las contracciones, solo caricias certeras en momentos justos, amor del más puro, portal abriéndonos paso a una nueva vida, las montañas acompañaron mis pujos, los nogales y el lago me arrullaron, fui niña y abuela, en mi despertaron los relatos de todas mis mujeres, mi cuerpo supo como moverse,  mi niña supo nacer, y en un pujo, en un grito el amor se hizo carne y allí estaba con nosotros, más azul que el mismísimo cielo, nuestra niña gemía en mi pecho, fuimos lagrimas de alegría, ya nada volvió a ser lo que era, 

Ahora soy leche, locura y vida, soy mujer nueva, madre. Ahora todo es decisión, amor incondicional y desafío  Mi misión, así lo siento, es trabajar para que toda familia pueda elegir cómo y con quién parir, generar la conciencia del respeto por la nueva vida, estoy en el camino, Narú me acompaña". Babi Landia. 

Imagen
0 Comentarios

El Nacimiento de Elle (parto enmantillado y en casa)

3/4/2013

1 Comentario

 
Un increíble parto enmantillado en agua y en casa.


Por Alisia Cameron publicado en inglés el 27 de Marzo de 2013
Traducido y Compartido con autorización de Birth Without Fear

Mi mamá llegó a nuestra casa cuando ya yo tenía 38 semanas de embarazo. No faltaría a este nacimiento como faltó al primero! Su plan consistía en quedarse 2 semanas después de que naciera el bebé para ayudar a cuidar a nuestro hija de año y medio y ayudarnos en la transición vivir con dos bebés menores de dos años.

Con ella en la ciudad para cuidar a mi hija, empecé a pasar más tiempo concentrándome en conseguir mi bebé posterior rotara a una mejor posición para el parto. El bebé había estado posterior la mayor parte del tiempo, y yo no quería un trabajo de parto más duro que lo necesario. Vi a un quiropráctico (varios, en realidad), me dieron masaje abdominal e incluso traté con hipnosis. El día en que recibí el tratamiento de hipnosis, una mujer me dijo que confiara en que mi bebé sabría cuándo "dar la espalda al sol y mirar hacia la Luna." Era importante para mí que me recordaran que mi bebé sabía cómo nacer, y que más allá de mis modestos esfuerzos por rotar al bebé, tenía que soltar el resto al mundo.

El día de la hipnosis tomé una siesta, me despertó el dolor más terrible que hubiera sentido en la vida. Era tan violentamente doloroso que me tiré de la cama, gritando hacia las escaleras llamando mi madre. Mi bebé estaba explotando en mi estómago, puñetazos y patadas en todas direcciones, yo paralizada de las señales de dolor que enviaban los nervios de la pelvis por mis piernas, tanto que me dejó arrastrándome por la puerta del dormitorio. Mi madre oyó los gritos y salió corriendo a mi ayuda. Para el momento en que llegó a mi lado, ya el dolor estaba cediendo, pero yo estaba asustada. No sabía qué había pasado ni si volvería a suceder. Mi madre se sentó conmigo en el suelo y me abrazó mientras yo lloraba, tanto de alivio de que el episodio había terminado como de temor que otro episodio similar atacara. Mi madre me palpó el vientre y encontró que el bebé se había rotado una posición OAI (occipucio anterior izquierdo). Yay!

Pero esa noche, el bebé empezó a retorcerse otra vez, y con más dolor del nervio y  del miedo, se instaló de nuevo en su posición posterior para siempre.

Mi trabajo prodrómico comenzó a las 38semanas +3días. Comenzando alrededor de la cena; tuve algunas contracciones leves que se mantuvieron estables toda la noche. No desperté a mi esposo ni a mi madre. Me concentré en respirar acostada en la cama hasta las 5:30 am cuando mi marido se despertó y le pregunté: "¿Qué piensas acerca de tener un bebé hoy?" El estaba tan feliz! Pero levantarme de la cama detuvo las contracciones por completo.

La semana que siguió estuvo marcada por contracciones que comenzaban y paraban. Pasaba todo el día con contracciones que se detenían después de la cena. Afortunadamente tuve la oportunidad de dormir en la noche. Cada día, las contracciones eran más fuertes y yo pensaba, quizás esto encenderá la llama, pero nada ocurría. El domingo por la mañana nos fuimos a desayunar con nuestros queridos amigos, Carol y Stephen. Yo estaba con ellos cuando su hijo nació 5 meses antes. Carol también es mi doula. En el momento en que nos sentamos a almorzar, mis contracciones aumentaron de intensidad. Yo me preguntaba en mi mente si vería a Carol de nuevo más tarde ese día.

Después de almuerzo nos fuimos a casa, salimos a caminar un poco y nos fuimos a una cafetería nueva en nuestro vecindario. El barista preguntó cuándo era mi fecha de parto, yo le dije: "Estoy en trabajo de parto ahora mismo!" Después de haber dicho eso en voz alta comencé a creerlo. Mis contracciones estaban a 5 minutos y medio de distancia.

Me fui a casa a descansar y las contracciones empezaron a espaciar. Llamé a mi comadrona y le dije que me daba por vencida que claramente este bebé nunca vendría. Volví abajo y cuando mi mamá y mi marido me preguntaron acerca de mis contracciones, yo les dije que no estaba teniendo un bebé por lo que debían dejar de pensar en eso. Sin embargo, durante la cena aumentaron su intensidad de nuevo, y amamantar a mi niña a dormir las llevó al siguiente nivel. Una vez que ella estaba dormida, llamamos Carol y comenzamos la fiesta! Carol llegó alrededor de las 9 pm, y te juro que en cuanto ella entró por la puerta tuve que empezar a vocalizar durante las contracciones. Les dije a todos que se esperaran abajo, que yo quería estar sola arriba. Me acurruqué en mi almohada de cuerpo entero con agujero en el centro y me relajé acostada, boca abajo, sobre mi cama. Visualicé bebé girando a una posición anterior y  gemía durante las contracciones. A las 11pm le envié un mensaje a mi esposo que llamara a nuestra partera para hacerle saber que era sin duda el trabajo de parto. Él envió un mensaje de vuelta diciéndome que la partera ya estaba aquí, ya que todos sabían que "este era" antes de que yo estuviera realmente dispuesta a decirlo en voz alta. Mi partera subió las escaleras y escuchó al bebé. Se sentía especial tenerla allí, le pedí que no saliera de la habitación, y hasta que el bebé llegó, ella estuvo siempre a mi lado.

Hasta la transición yo prácticamente quería estar sola y que no me tocara. Pedí un baño, pero antes de que la bañera estuviera llena, empecé a temblar; ya sabía hacia dónde nos dirigíamos. Me olvidé de llenar la bañera y me fui a la cama, donde me arrodillé y me recosté en un lugar de la cama que olía a mi marido. Y allí me quedé, durante 2 horas o más de transición, con los brazos de par en par y mis dedos suaves y relajados. Una mujer me cogió la mano mientras otra me frotó la parte baja de la espalda. "¡Más fuerte!" Decía yo.

Imagen
Con la excepción de mis cuerdas vocales me aseguré de quedarme completamente relajada. Fue una experiencia completamente fuera del cuerpo. La parte de mí conectada a mi cuerpo luchaba por mantener el control y temía que si se tensaba aunque fuera un solo músculo perdería el control tendría que trabajar el doble para reponerme. La parte de mí que se desconectó pensaba, "Dude. Esto es una locura. Voy a tener un bebé! Tengo el toro por los cuernos. yo puedo con esta mierda". Mis contracciones eran largass, con dobles picos que me daban apenas tiempo suficiente para tomar aliento en el medio. El dolor de la espalda era constante e implacable. No había ninguna duda en mi mente de que el bebé estaba descendiendo mirando hacia arriba. Con el primero, he descrito la sensación de una contracción como una enorme cantidad de presión sobre la parte baja de mi espalda. Con este bebé, se sentía como que, además había un soplete quemando mi carne. La sensación de ardor era tan real que yo visualizaba mis contracciones en forma de barras largas de fuego moviéndose a través de mi campo de visión como notas musicales, con repuntes cortos de oscuridad. Las únicas palabras verdaderas con las que hablé durante la transición fueron hacia el final, cuando me permití la menor cantidad de humildad. "No puedo hacer esto por siempre", dije.

Mi comadrona me preguntó si me gustaría sentarme en el inodoro durante algunas contracciones para luego ir la bañera. Yo estaba feliz de levantarme de mis rodillas y probar algo diferente. Estuve en el inodoro durante algunas contracciones, algunas sosteniendo mi vientre, y luego apoyándome del marco de la puerta. Luego me metí en la bañera y, como muchas mujeres han reflexionado antes que yo, pensé, ¡Diantres, ¿por qué no había entrado aquí sino hasta ahora? Se sentía increíble! Pasé algunas contracciones flotando boca arriba. dije: "que mal  estar acostada ahora mismo." Mi partera dijo: "ponte en cualquier posición que se sienta bien." Pero a pesar de la incomodidad, de alguna manera estar sobre mi espalda se sentía bien para mí y decidimos quedarnos allí. Mi marido ya estaba en la habitación, frotando mi cabeza.

Y entonces, como magia, mis gemidos asumieron la calidad de gruñidos, y supimos que estábamos entrando en la recta final. Todas las mujeres que se habían escondido en la oscuridad de nuestra habitación se animaron y entraron al baño para presenciar nuestro pequeño milagro.

Yo estaba tan agradecida de que la transición había terminado. Me inspiraron una nueva energía. La siguiente contracción llegó y el empuje era innegable. La fuerza de mi cuerpo era tan cruda y yo estaba tan lista. Podía sentir mi bebé disparándose fuera de mi pelvis y empujando mi piel fuera del camino. Le pedí a mi mamá que sostuviera mi mano y un amiga se hizo cargo de la grabación en vídeo. La fotógrafa estaba lista a mis pies. Carol, mi doula, estaba lista para recibir a la bebé con la orientación nuestra partera. Mi marido estaba en mi cabeza, haciendo todo lo posible para asegurarse de estar a mi lado, pero sin la probabilidad de ver ninguna parte del cuerpo distendida. Sólo puedo describir la sensación del bebé moviéndose hacia abajo como si fuera una onda profunda, un sonido potente. Cuanto más me vocaliza el sonido movía más los tejidos, dando paso a nuestro bebé. Era una sensación abultada, más grande que la vida. Me agaché y sentí la cabeza de mi bebé empezando a salir de mi cuerpo. La contracción venía y era como si tuviera la fuerza de un millar de caballos en estampida a través de mí, llevando a mi bebé con ellos. Entre empujones, la bebé se retiraría y me daba alivio, hasta que toda la cabeza surgió en mi mano derecha.

Pregunté si el bebé venía mirando hacia arriba (posterior). Sí, nuestra partera dijo. Tal como lo había sospechado.

Imagen
Yo estaba completamente relajada. Con cada respiración gemía suavemente con el conocimiento de que la victoria estaba dentro de mi alcance. Charlamos sobre el género. Acerca de estar tan felices que este bebé iba a nacer en casa. Las mujeres miraban la cara de mi bebé, atrapado entre dos mundos, pero aún pacíficamente consagrado en el saco amniótico. En la siguiente contracción comenzó a subir, yo dije: "vamos a sacar los hombros esta vez?", mi comadrona dijo Sí. "Aquí vamos", le dije, y dirigí hacia abajo con todas mis fuerzas - con el ánimo de cada mujer que ha ocupado este espacio antes que yo y con la codicia de una madre que quiere conocer a su hijo desesperadamente.
Imagen
Y así nació nuestro bebé al mundo, a las manos amorosas de una mujer que ha amamantado a mis chicas. Los sonidos de alegría que no se pueden contener llenaron la habitación, estallando en lágrimas el aliento sostenido, los primeros saludos torpes a un ser que ha estado con nosotros todo el tiempo. Bebé nació mirando al cielo, mirando a la luna llena y además enmantillada. Así que, supongo que al final, el bebé si se apartó del sol y hacia la luna, como me habían pedido que confiara..

Cuando saqué a nuestra bebé y la llevé a mi pecho, la acurruqué mis manos por debajo de su pompis y supe de inmediato. Asi que después que los ooo y los ahhh disminuyeron, sonreí y dije: "Creo que es una niña." El cuarto se reunió para mirar mientras mostraba a nuestra recién nacida. Efectivamente, teníamos una hermana para que nuestra hija amara.

Imagen
La hermana mayor se despertó alrededor de quince minutos después del nacimiento y llegó a conocer a su nueva mejor amiga. Es uno de mis recuerdos más queridos. A tan solo 18 meses de edad, el mundo de Aria cambió para siempre. Ella se metió en mis brazos y amamantó mientras miraba a esta nueva maravilla. Y el 29 de octubre, justo cuando el sol comenzaba a salir, Aria aprendido una nueva palabra: Hermana.
Imagen
Fotografías de Sarah Boccolucci Photography
1 Comentario

Pariendo una nueva realidad - Círculo de mujeres

13/12/2012

0 Comentarios

 
Imagen
Una ceremonia particular, un día particular. Somos una generación que ha experimentado 12 años seguidos de fechas gregorianas portales del 01/01/01 hasta el 12/12/12. No sé cuántas generaciones puedan decir lo mismo.

Para conmemorar decidimos levantar una pequeña celebración para ese día que creamos especial. 

7 mujeres en círculo, en hermandad, nos conectamos y durante la noche las sensaciones son como olas que van y vienen. Pareciera que estuviéramos en trabajo de parto; unas gimen, otras lloras, unas ríen y otras gritan. En momentos nos mecemos y abrimos las caderas, nos sentamos en cuclillas, no ondulamos, subimos y bajamos la cresta de la ola; solo en un parto he visto algo similar. En algún momento dudo y me pregunto si en verdad algo va a salirse de nuestros vientres. Alguien alivia en el fondo, la música vibra y nos sostiene. Está pasando, este es el cambio, estamos naciendo y sanado todo lo que nos frena y botando lo que nos envenena. 

Parir en círculo de mujeres. Sostenernos, Mecernos, Guiarnos, traernos al mundo, cambiar de piel. Transformarnos. Parimos, pero somos nosotras mismas quienes estamos naciendo. 

Todo está bien en el mundo. Y es un nuevo mundo el que estamos creando. 

"De la misma forma que sabemos gestar y parir seres humanos sabemos gestar y parir nuevas ideas, nuevos conceptos, realidades y universos" Diana Vegas.
Imagen
Comparto también este texto enviado por una de mis hermanitas como preparación para el 21/12/12. El mundo no se acaba, más bien nace de nuevo. Puede que el canal de parto sea oscuro, que las sensaciones sean intensas, pero aquí estamos en hermandad sosteniéndonos mutuamente. 
“La Madre Tierra está dando a luz, y sin embargo no lo podemos ver.

Ella nos llama a apoyar su proceso durante este importante momento en la historia del planeta para la curación de nuestros cuerpos, nuestras mentes, nuestros corazones y nuestras almas.

Alrededor del 21 de diciembre habrá un período de 3 días en los que el sol no nos va a calentar como lo hace normalmente. Durante este breve período de tiempo es necesario mantener la calma y disminuir el ritmo de vida. Sería mejor estar lejos de las ciudades y caos humano que pueda ocurrir allí.

Debido a la densidad de la realidad en la Tierra, que crea la "Dualidad" y es un reflejo de los ciclos del sol y de la luna, su posición en la galaxia y así sucesivamente... (micro-cosmos y macro cosmos-) la raza humana también tiene un papel importante que desempeñar - sentirse libre de su caos de su mente y llenar sus corazones con amor. Todos los animales y todas las plantas están tratando de apoyar y ayudar a madre tierra y su proceso de nacimiento. Si empezamos a apoyar una industria de "comida de verdad", tal vez, podamos volver a conciliarnos con el espíritus de las plantas y animales, que continúan a la espera de que nosotros despertemos.

Nuestras enfermedades están tratando de comunicarse con nosotros y nos obligan a limpiar nuestros cuerpos. Detrás de estas enfermedades está un "hongo" que se ha apoderado de los cuerpos y debilita nuestro sistema inmunológico para sobrevivir, pero que le pertenece a la Tierra y hay que retornarlo a ella.

Para restablecer el equilibrio en nuestros cuerpos y regresar de nuevo a los hongos donde pertenece - la tierra - debemos restablecer el equilibrio en el suelo por medio del compostaje, de forma de restaurar el balance entre lo que tomamos de la tierra y lo que le devolvemos a ella.

Seamos conscientes de lo que comemos y asegurémonos de utilizar agua natural limpia.

La Tierra es un lugar increíble para vivir, tiene espíritu, nos da todo lo que necesitamos, nuestros cuerpos toman forma gracias a ella, toda nuestra experiencia material es proporcionada por ella y ella está a punto de dar a luz.

Deja ir cualquier miedo... Simplemente amar, el amor es la vibración que queremos compartir ;)” 
Nathalie Vera

Sostengamos la visión del mundo que queremos, dando un espacio y un tiempo para cada cosa, asumiendo la responsabilidad de lo que ponemos en el mundo, cocreando con verdad y con amor. Realizando con propósito e intención. 

Nosotros somos por quienes hemos estado esperando. 
Imagen
0 Comentarios

La Placenta Curandera

6/11/2012

0 Comentarios

 
Imagen
“En 1978 cuando Komang Bayu tenía sólo 10 años, fue llevado del hospital a su casa, hinchado y amarillo, a morir de hepatitis. En Bali es costumbre regresar a los enfermos términales a sus casas para que puedan morir cerca del sitio de entrierro de la Ari-Ari, su placenta.

Cuando la familia llegó a la casa con el niño inconciente ya estaba él en los últimos momentos de vida. El abuelo lo tomó en brazos y lo colocó en la tierra sobre el lugar exacto donde había sido enterrada la placenta de Bayu. “Ari-Ari” gritó el abuelo a la placenta “libera a este niño de su sufrimiento ahora, sino, entonces cúralo”.

El pequeño Bayu abrió sus ojos, se sentó, miró alrededor y preguntó “Me pueden dar algo de comer”. Dentro de la siguiente hora el niño comió y se levantó para ir a jugar con sus primos.”


 Esta breve historia sobre la importancia en Indonesia de las placenta, los rituales de entierro de la placenta y los significados que le atribuyen se encuentra en el libro de la comadrona Robin Lim "La Placenta el Chakra Perdido"

La Narrativa es y ha sido fundamental en la humanidad como herramienta para transmisión de conocimiento. Las historias dan forma a la información para convertirla en significado.

Cada cultura tiene sus historias y no es tan importante si están basadas en mitos o en hechos tanto como la enseñanza moral que la historia conlleva. La Narrativa es de alguna forma como los medios de comunicación: pueden entretener, pueden informar, pueden explicar y pueden transmitir las enseñanzas de una cultura de una generación a la otra.
0 Comentarios

La historia de mi parto y el destino de la placenta

26/4/2012

13 Comentarios

 
Imagen
Parte I: Embarazo y Parto
Mi nombre es Diana Vegas, tengo 27 años. En los últimos meses del 2008 tomé un decisión que cambió por completo el rumbo de mi vida.

Después de haber pasado 2 años viviendo fuera (aunque viniendo a Venezuela cada 6 meses) tomé la decisión de adelantar mi regreso un par de meses y regresar a caracas en noviembre del 2008. Fue una gran sorpresa para mi pareja; Mario, la relación a distancia no era fácil, y con muy buen ánimo aceptó mi decisión de regresar. El 13 de diciembre, a tan sólo a un mes de haber regresado, mi hija Lucia fue concebida. Recuerdo claramente soñar con ella esa noche, y ya al día siguiente sospechar que 'algo pasaba'. No tenía muy claro qué ocurría, incluso llegue a creer que me estaba deprimiendo. Vi la luna llenarse y menguar y la sospecha se hizo certeza en mí antes que nadie me lo dijera. Desde ese momento me obsesioné con el tema. En la medida que iba investigando iba llegando a más y más información. Salí corriendo del primer obstetra que conocí  quien me dio una lista de medicamentos que podía consumir si se presentaba tan o cual síntoma. Mi tía me comentó un día que tenía el obstetra perfecto para mi, lo describió como 'el patch adams de los obstetras', pero como no estaba con mi seguro no contemplé la opción en ese momento. 

Mientras iba investigando se iba gestando en mi la certeza que podía parir y que podía hacerlo en mis propios términos. No quería epidural, no quería episiotomía, ni rasurado, quería escoger la posición del expulsivo y que cortaran el cordón sólo al dejar de latir. Mi mamá pensó que había perdido la razón. Contactó a un obstetra amigo suyo para que nos tomáramos un café y yo le hablara de mis inquietudes. La reunión fue un fracaso, el obstetra me dijo que una mujer no podía parir sin intervención del médico, que nadie le había enseñado como parir y que no podría hacerlo. No dejé que me afectara y estoy segura que debo haberle contestado de forma grosera. A las 30 semanas le llegué al 2do obstetra (que me había estado atendiendo desde la semana 10) con mi 'plan de parto'. creo que hasta se rió de mí y cuando le pregunté si podía escoger la posición del expulsivo, literalmente llegó a usar la frase "cómo pretendes que yo trabaje?"  me provocó preguntarle si era él que iba a pasar un melón por donde cabe un limón, pero me contuve. Me dijo también que realizaba episiotomías a todas las mujeres primerizas, que probablemente no podría parir porque mis caderas eran angostas y que al bebé tendrían que limpiarlo y vestirlo antes de entregármelo  Horrorizada le pregunté si haría lo mismo a su esposa y confesó que su mujer había parido tan sólo un par de semanas atrás, por cesárea programada y que le habían bajado al niño 3h tras el parto, lo decía con orgullo, porque la norma eran 8h. Salí totalmente desmoralizada.

Pero como donde hay una voluntad hay un camino, a raíz de mis investigaciones entré en contacto con Mariela Moreno con quien terminé realizando el curso de preparación al parto, y quien me comenta de nuevo del 'patch adams de los obstetras' y me dice que es el médico con quienes ella y su hija trabajan. Simultáneamente me escribe una amiga de mi mamá por Facebook diciéndome que vió una camioneta rotulada "Auroramadre arte y ciencia de parir" y me da los números. A los días mi prima me invita a un cine foro de parto orgásmico en la universidad bolivariana y también lo estaban presentando Isabella Polito y Beltrán Lares.  Un día llamo al famoso Beltrán y pido una cita, mi mamá me acompañó a la primera porque en verdad no se creía la historia de que hubiera otras personas que pensaran como yo y para quienes estas decisiones de vida no sólo eras normales, sino que era las decisiones correctas. Fue un trabajo importante para mi el vivir por encima de las inseguridades de quienes me rodeaban, especialmente mi familia directa y política. Llegó el día de mi cita de 38 semanas. El lunes 17 de Agosto de 2009. El miércoles anterior Mario y yo habíamos tenido relaciones y desde entonces comencé a sentir de vez en cuando "la barriga como una piedra" pero me daba baños tibios o caminaba y se me pasaba. Camino a la consulta le dije a Mario que le apostaba que al Beltrán chequearme me diría que ya había comenzado a dilatar. Le conté de mis sensaciones y me pidió le avisara si ocurría durante la consulta. Cuando le avise y me tocó el vientre me dijo que parecían contracciones de parto. Cuando me examinó ya iba por 4cm y yo hablando como si nada. "Vete a casa, recoge las cosas y regresa, esta bebé nace hoy" y yo ni me lo podía creer. Fui al banco a cambiar un cheque y al supermercado y recuerdo sentir como chiste interno el saber para mí que estaba ya en trabajo de parto y que quienes estaban a mi alrededor ni se enteraban. Cuando regresé a la clínica ya iba por 6-7cm a las 7pm luego 7cm a las 10, finalmente Beltrán rompe la bolsa para agilizar, en cambio pareciera que todo se paraliza, salvo el dolor, que de ahí en adelante va escalando y me cuesta más lidiar  menos mal por mi Doula y todo su apoyo y menos mal por el agua y todo su alivio. Menos mal por el apoyo de Mario. pero sigue pasando el tiempo y cada vez me cuesta más. Gritaba y gritaba porque el grito aliviaba, aun no sabía que con el grito botaba también la fuerza. Hubo un momento en el que Mario me pregunta qué quiero hacer? y yo solo decía que quería dormir. En algún momento me acobardo y pido la peridural, pero ya no hay tiempo. Finalmente 9cm a las 3am, y apenitas un pedacito de cervix ya casi a las 6am, le pido a Beltrán que me ayude y el hace una maniobra cuyo nombre desconozco, intentamos tres veces hasta que lo logra y Luci finalmente comienza a bajar, recuerdo que Beltrán me dió una palmada en la pierna y me dijo: "lo vas a hacer, tal como querías, vas a parir". Recuerdo también entrever por una de las cortinas que ya estaba amaneciendo, no podía creer que llevaba toda la noche ni que en verdad fuera a lograrlo, eso me dió la motivación para ponerme seria. Cuando comencé a pujar sentí que me convertía en espectador, no recuerdo ya que me doliera para este punto y requería toda mi fuerza y la de Beltrán y un doctor apodado schwarzenegro (un cubano bello de apellido Verde) ejerciendo presión en mi panza. Mario sentado en una silla de campamento y yo sentada sobre él, todos motivándome a continuar, Mario dice "ya la veo, ya la veo" y pienso que es mentira porque yo estoy más cerca y aun no la veía, pero ni que quisiera hubiera podido comentar al respecto. Cuando finalmente coronó pensé muy racionalmente "ah mira esto es lo que se siente el aro de fuego, que interesante" Lucia nace, pero no llora sino maulla, como una gatita. Mario se rie medio histérico, yo con los lagrimones le digo a mi bebé "Yo se, yo se mamita". No conozco ningún dolor en la vida que se quite tan rápido y pasar de una emoción a otra en cuestión de segundos. Me quedo atónita mirándola. Lo había logrado.

Nos quedamos todos suspendidos, ella abre sus ojos y nos mira, el cordón sigue latiendo, una enfermera me soba la pierna y me dice "respira mamita, que todavía le estás pasando oxígeno". Eventualmente cortan el cordón y la llevan a vestirla. 

Parte II: La Placenta

Luego que nace la placenta le pido a Beltrán que me corte un pequeño pedazo, ya para entonces había leído que  todas las hormonas de la placenta le avisan al cuerpo que ya el embarazo ha terminado, que es hora de cerrar la herida que deja el lugar donde se había implantado la placenta, que es hora de retornar el útero a su tamaño original y comenzar a producir leche. No necesité ni hormonas ni drogas. En ese momento, cuando vi que colocaban mi placenta en doble bolsa, no tuve corazón para dejar que la botaran, me parecía una deshonra, había sido la primera vía de comunicación entre mi bebé y yo y no estaba lista para descartarla sin ceremonia. La empacamos en  y nos las llevamos a casa con nuestra nueva bebé. 

Para acortar el cuento la placenta pasó más de un año en el congelador, hasta que un día me topo con un blog post en inglés de una mamá con una experiencia similar (bye bye placenta) , decido yo también enfrentarme a mi placenta. La descongelé, la inspeccioné, revisé el saco y luego la disequé, la enterré en un gran porrón el que llevé al jardín de la casa de mi abuela materna. Esa tierra es buena para abonar los árboles de ese jardín: una manga, un limonero, una higuera y una lechoza (papaya). Me hubiera encantado saber de los remedios de placenta al momento de mi parto, sobre todo porque me encantaría poder contar con la tintura madre de la que deriva el remedio homeopático, útil para la madre y para el niño a lo largo de todas las etapas de transición. 

Luego del nacimiento de Lu comencé a darme cuenta que conversaba con cuanta mujer embarazada me encontraba, le hablaba de información, de opciones, le enviaba links a mis amigas en estado e investigaba más sobre el tema en mis tiempos libres. Cuando investigué de la depresión post parto, sus razones, consecuencias y tratamientos me encontré con toda esta información que ahora intento, con mucha humildad y dando pequeños pasos proveer este servicio y esta información. 

Definitivamente creo que este trabajo, el de sanar a la madre y al nacimiento, a pesar de a veces sentir que es un trabajo de hormiga, cambiará completamente las sociedades del futuro, creo de corazón que al sanar a la madre y al nacimiento sienta un base para todo lo demás; eso primeros momentos de apego son fundamentales y las herramientas que ayuden hacer la transición más suave son válidas, incluyendo el honrar a la placenta como un actor fundamental en el misterio de la vida.

Es una gran meta el plantearse proveer eso para otra persona, en mi opinión es uno de los servicios más hermosos que uno puede ofrecer, el asistir en la creación de improntas entre una madre y su bebé. Les mando mucho cariño, mucha hermandad que tanta falta nos hace y mucho agradecimiento a tener la oportunidad de construir y cocrear un mundo mejor. 

13 Comentarios

    Diana Vegas

    Con visión y con amor un trabajo en construcción con propósito de servir. 

    Archivos

    Junio 2017
    Marzo 2016
    Abril 2014
    Septiembre 2013
    Agosto 2013
    Julio 2013
    Junio 2013
    Mayo 2013
    Abril 2013
    Marzo 2013
    Febrero 2013
    Enero 2013
    Diciembre 2012
    Noviembre 2012
    Octubre 2012
    Septiembre 2012
    Agosto 2012
    Julio 2012
    Junio 2012
    Mayo 2012
    Abril 2012

    Categorías

    Todos
    Colaboraciones
    Consulta
    Crónicas
    Desde El úTero
    Fundamentales
    Imágenes
    Imágenes
    La Vida Ritual
    Narrativa
    Noticias
    Testimonios
    Un Poco De Mí
    Un Poco De Mí
    Videos De Parto

Con tecnología de Crea tu propio sitio web único con plantillas personalizables.